Una buena opción en este momento es el gimnasio.
Un concepto que ha ido cambiando mucho a lo largo de los años, de manera que ha dejado de ser un espacio donde uno iba sólo a quemar calorías y ha pasado a ser un centro “social”, un club. Reunirse con amigos para pasar un buen rato, verse mejor, mimarse… cualquier razón sirve si al final lo que se consigue es ganar salud y bienestar.
Y para no aburrirse…
Tener en un solo espacio diferentes tipos de equipamientos facilita también el hecho de que se pueda entrenar sin llegar al aburrimiento, que suele ser una de las “excusas” más utilizadas por quienes, pasados unos meses, deciden eliminar la cuota del gimnasio de sus gastos mensuales. En realidad, no debe verse como un gasto sino como una inversión en salud. Cuando se dispone de la posibilidad de entrenar de manera combinada las distintas partes de cuerpo, el aburrimiento no debería de existir, pero en caso de que así fuera se deberían explorar todas las posibilidades. Seguir una rutina en la sala para tonificar no gusta a todo el mundo, es cierto, pero por qué no seguir una clase dirigida de tonificación (tipo Body Pump) donde los músculos trabajan y no supone permanecer sentado en una máquina subiendo y bajando una polea?
En los gimnasios, siempre encontraremos detractores de unas actividades y forofos de otras. A quien siempre ha trabajado con pesas no se le va a ocurrir asistir a una clase dirigida pero tampoco es necesario, lo que hay que hacer es intentar encontrar aquello con lo que uno se siente cómodo y poder conseguir el objetivo por el cual nos hemos apuntado al club.
0 comentarios:
Publicar un comentario