Shigeru Egami nació en 1912 en la prefectura de Fukuoka, fue uno de los alumnos más antiguos de Gichin Funakoshi y además uno de sus seguidores más fieles y correctos. Fue por esto que O-sensei dejó su organización, Shotokai (la Asociación de Shoto, pseudónimo del Maestro Funakoshi), en sus manos . Egami conoció a Funakoshi cuando tenía 18 años de edad, momento en el cual comenzó a practicar Karate-do en la prestigiosa Universidad de Waseda, en la cual ayudó a fundar su club de Karate. Anterior a ese momento ya había practicado judo, kendo y aikido. Acompañó varios años a su Maestro junto con Yoshitaka y Shimoda dando demostraciones por todo Japón para difundir el nuevo arte marcial japonés.
En 1937 es nombrado por el Maestro Gichin Funakoshi, miembro del Tribunal de Grados de la Asociación, llegando a ser el instructor más joven de la época. Enseñó Karate-do en las universidades de Gakushuin, Toho y Chuo.
Luego de la muerte de Gichin Funakoshi en 1957, Shigeru Egami inicia la tarea de cambiarle la reputación de "arte mortífero" al Karate, algo que O-sensei trató de hacer toda su vida. Su idea fue la de hacer llegar a Karate-do como una lucha contra sí mismo, con autosacrificio, llevando así las bases filosóficas del arte a todos los otros aspectos de la vida. El concepto esencial era el de autorealización, por encima de los logros combativos. Como directa consecuencia Egami eliminó muchos conceptos sobre la victoria en el combate, buscando una armonía física, un equilibrio del ser humano a través de la práctica de Karate-do.
En cuanto al Karate que Egami desarrolló a través de sus años de estudio, se varió la mecánica de algunas técnicas, la zona de golpe, los desplazamientos, etc. En grandes rasgos el método es más fluido, más continuo. Se puso mucho énfasis en la relajación y en el desarrollo de un perfecto kime, enfocando toda la energía en un solo punto. Shigeru Egami puso énfasis además en la idea del golpe único y eliminó, a través de estudios, toda técnica que se considerara ineficaz o dudosa, usando el criterio de que debía estar en armonía con la naturaleza del ser humano.
Shigeru Egami nunca transó sobre un aspecto esencial del Karate-do, éste fue el evitar el combate deportivo. Consideraba que al competir se modificaba demasiado el espíritu y el entrenamiento del Karate-do, habiendo mucho más en Karate que el ganar combates.
Aunque es claro que la técnica mostró una evolución durante la vida de Gichin y Yoshitaka Funakoshi, algo que permaneció invariable y que fue continuado por Shigeru Egami fue el aspecto espiritual y formativo. En eso siguió el camino trazado por Gichin Funakoshi y revitalizó y perpetuó el DO. Uno de los grandes legados de Egami fue exactamente ese, el evitar comercializar, diluir y destruir el Karate-do a través de la competencia deportiva y profundizar el estudio de los aspectos internos y filosóficos del arte.
En su vejez varias enfermedades aquejaron al maestro Egami. Una embolia cerebral lo tuvo tres meses sin comer, en esa ocasión se puso a prueba su fortaleza, llegó a pesar 37 kilogramos.
En 1981, el 8 de enero, una pulmonía apagó la vida de este gran maestro. Según registros de su vida se puede concluir que su prematura muerte se debió en parte a su duro entrenamiento que dejó marcas en su salud. Egami sacrificó mucho de su salud y bienestar para llegar a su verdad, una herencia que actualmente perpetúan muchos practicantes en el mundo, que siguen y respetan las líneas trazadas por él.
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